Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Consulta nuestra política de privacidad y política de cookiespara obtener más información.
Estamos de nuevo ante un cambio de ciclo. Un año termina y recibimos al año nuevo siempre con proyectos, ilusiones y esperanzas.
En COEM hacemos balance de lo que ha sido nuestro trabajo durante este año que termina. Dicho balance nos lleva a una única expresión: Gracias. Gracias a tantos socios y benefactores que creen en este proyecto y que nos impulsan, no sólo económicamente, sino con su incondicional apoyo. Gracias a tantos voluntarios que con un enorme esfuerzo personal y económico se desplazan mes tras mes para dar lo mejor de sí mismos a aquellos que no tienen sus mismas oportunidades. Gracias al personal del hospital Notre Dame de la Sante porque han aceptado el retro de mejorar y están consiguiendo objetivos cada vez más ambiciosos. Gracias a las Siervas de María por ser las catalizadoras de un gran proyecto.
Cooperar no es responder a la llamada de un sentimentalismo. Cooperar es “operar con” y, por tanto, es un acto que requiere la participación activa de la población diana y un alto nivel formativo técnico y humano de quienes se ofrecen a cooperar para que la conjunción de ambos elementos sea efectiva.
Los voluntarios de COEM sabemos muy bien que, aunque cooperar es aprender, nuestra finalidad es enseñar. Por ello seguimos formando médicos cameruneses. La gran noticia de este año que termina, en este orden de cosas, es el inicio del recorrido de formación oficial para obtener el título de especialista por parte del Dr. Nges.
Hemos seguido recuperando niveles de actividad similares al periodo pre-pandemia y eso nos hace muy felices. Aunque la meta de un cooperante no es ser querido por quienes menos tienen, es cierto que sentimos ese cariño y ese agradecimiento día tras día cuando ejercemos nuestra labor.
Y un año empieza. Tenemos muchas cosas encima de la mesa. Seguiremos con nuestras expediciones mensuales, pero valoraremos exportar el modelo de COEM a otras zonas geográficas. Es difícil porque la inversión es muy alta, pero merece la pena intentarlo.
Los voluntarios de COEM seguiremos esforzándonos por llevar a cabo nuestra labor. Nos mueve no sólo la voluntad propia sino el empuje constante de nuestros socios y donantes y la llamada de quienes tienen mucho menos que nosotros solo porque han nacido en otro lugar.
Os deseo un año nuevo 2023 pleno de satisfacción por el deber cumplido, y lleno de paz y de prosperidad para todo el mundo.