Ya estamos de vuelta los expedicionarios de Octubre 2023.
La Octogésima primera expedición a ese pequeño, gran Hospital que las Siervas de María tienen en Dschang.
En esta ocasión fuimos: María Pérez Sánchez veterana expedicionaria anestesista, María Valdazo Rojo, Rocío Fernández Alba, Benjamín García Gonzalez y Jesús Ferrer Olmedo, Traumatólogos. Allí se nos incorporó Mercedes Ruíz Carpio instrumentista, que ya estaba desde una semana antes con la expedición de Urología.
El viaje de ida se hizo descansado, ya que llegamos a media tarde a Douala y como la llegada de la noche aconsejó posponer el viaje a Dschang para el día siguiente, disfrutamos de un buen descanso cenando en Douala y durmiendo en la Salle.
Tras el tradicional viaje por las cada vez más deterioradas carreteras y la parada de rigor para comprar fruta, llegamos al hospital
En esta ocasión apenas había patología urgente que resolver. La presencia de los médicos nativos formados por COEM Lionel Nges y Yannick Wamba han hecho que el trabajo se realizase sin problemas y que ya estuviese resuelta la patología urgente
Desde luego la patología que encontramos es muy distinta a la que se puede ver en un Hospital del primer mundo. Las infecciones, omnipresentes en heridas, llagas y cirugías obligan a tratamientos de desbridamientos, tratamientos de osteomielitis crónicas, amputaciones etc. como cirugías de rutina en todas las expediciones.
La falta de educación sanitaria y de una sanidad publica universal, hace que los pacientes acudan con patologías muy cronificadas.
En esta ocasión ha habido trabajo, pero no agobiante, aunque si ha habido bastantes consultas, no se han visto tantos niños con deformidades como en otras ocasiones.
Como caso curioso, se ha realizado una cirugía de inestabilidad de hombro por vía artroscópica, realizando un Bankart con Remplissage, en una paciente joven.
Hemos tenido tiempo de la tradicional visita al mercado de Dschang, en donde gran parte de la expedición compraron telas que luego manufacturaron con sastres locales.
Por supuesto no ha faltado la cena de hermandad con los trabajadores del Hospital en el famoso pollo a la brasa.
El buen humor imperante en el equipo y las ganas de colaborar, han hecho que todo marchara sobre ruedas.
El viaje de vuelta ha sido un poco cansado por los horarios y por la situación internacional, que hizo que el control de pasaportes en Bruselas se eternizase.
También intentamos la visita al colegio, aunque en esta ocasión nuestro trabajo hizo que llegásemos fuera de horas lectivas y solo pudimos estar repartiendo globos y golosinas con los rezagados.
Por fin, el domingo 22 a las 12h llegamos a Madrid y nos despedimos todos con la promesa de vernos pronto de nuevo.
Todos llegamos sin problemas a nuestras casas, incluso la Dra. Rocío Fernández Alba que tuvo que proseguir su viaja hasta su Vitoria natal.
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