Hace unos meses tomé la decisión de hacer un cambio en lo profesional y con ello me pude permitir unas semanas "libres" para la transición. Pensando en qué me pedía el cuerpo para hacer en este tiempo, decidí viajar a nuestro querido Hospital Notre Dame de la Sante en Camerún.
Por diversas circunstancias, me fue imposible unirme a las expediciones programadas, así que por primera vez y tras participar en 13 expediciones previas en los últimos 8 años, viajaría solo.
Sabía que allí ya no me iba a encontrar con nuestro amigo y colega local Lionel Ngues que está en Reino Unido en un programa de formación; por tanto el Servicio de Traumatología estaría más "limitado" en cuanto a capacidad quirúrgica puesto que los Drs Yanicke y Emanuel tienen menos tiempo trabajando en el hospital.
Tenía todo listo y viajaría justo tras la expedición de COEM del mes de enero "adosándome" para los traslados a una expedición de un equipo de Ginecología que me acogió como a uno más y tuve una gran semana de convivencia y aprendizaje de ginecología durante las charlas post-trabajo, incluido un parto gemelar que hizo aún más especial mi semana con ellos.
En el Hospital además me esperaba Alberto García Abad, instrumentista experimentado habitual cooperante con COEM que esta pasando un mes para dar formación y mantenimiento con el material e instrumental de traumatologia con el que fué un placer trabajar.
Al llegar pude confirmar lo que siempre me comentaba el Dr Ngues, y es que tras las expediciones de traumatología el hospital se queda con mucho trabajo postquirúrgico por finalizar: curas, yesos, revisión de limpiezas quirúrgicas, ajuste de fijadores... así que me preparé para una semana intensa.
Mi intención en esta ocasión era más docente con el personal del hospital menor experimentado que asistencial, pero Camerún es impredecible y en seguida se nos llenó el quirófano con urgencias por fracturas e infecciones severas. Así que tuvimos una semana de muchas horas de trabajo enérgico.
Durante la semana entre los 3 médicos de Traumatología, atendimos a 75 pacientes en consulta y realizamos 12 cirugías (alguna bastante compleja). Da gusto ver cómo tras estos 8 años, el Servicio de Traumatología está "engrasado" y funciona increíblemente en cuanto a protocolos de organización, higiene y calidad asistencial que no tenían a nuestra llegada en 2015.
La nueva experiencia de trabajar "solo" con el personal local ha sido sumamente enriquecedora y me ha permitido tener una relación más estrecha y emotiva con ellos.
El último día, tras asegurarnos de que todo marchaba bien, me di unas horas para visitar una escuela local con niños huérfanos refugiados de la zona anglófona en conflicto de Camerún y aprovechar la última tarde para pasear por las colinas de alrededor del Hospital.
Como siempre vuelvo profundamente agradecido con COEM, el Hospital Notre Dame de la Sante y los profesionales locales por permitirme tener estas vivencias tan enriquecedoras. En estas experiencias de cooperación " recibo más de lo que doy" y ese es el motivo por el que siempre quiero volver.
